El neurocirujano veracruzano, Edgar Santos Marcial, radicado en Alemania, quien recientemente recibió el nombramiento de Profesor Asociado (Privatdozent) en Neurocirugía, en el departamento de Neurocirugía de la Universidad de Heidelberg, no ha sido aceptado en la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana, donde desde hace varios años ha intentado dar clases a distancia y ser investigador.
«La propuesta de trabajo que entregué personalmente al director de la Facultad de Medicina de la UV campus Veracruz es específica y amplia, con metas medibles, que tienen como objetivo crear un laboratorio como el que tengo a cargo en Heidelberg», Alemania, señaló.
Lamentó que la UV no adopte estrategias de países como China, que contratan a profesores de las mejores universidades del primer mundo para obtener flujo de información y tecnología para sus países.
«La UV desconoce esa estrategia, y no valora el potencial de los mexicanos en el extranjero. Yo ofrecí dar clases a distancia, mi intención principal es transmitir información que yo colecto en Alemania, crear un laboratorio y hacer transferencia de tecnología, pero al parecer la filosofía o la forma de ver las cosas aquí no son de esa manera, tengo entendido que el presupuesto con el que yo cuento para desarrollar mi investigación equivale al presupuesto de un año de la Facultad y tengo la capacidad para conseguir recursos para la UV y aún así, no encontré cabida», afirmó.
«Yo me he presentado casi con cada director de la Facultad de Medicina para ofrecer mis servicios, me ofrecí hace año y medio, igual con el director actual y nada, dicen que la UV no está preparada para mi perfil, es su argumento», dijo.
Añadió que esta falta de apertura se debe a una cadena de errores que se han cometido en el pasado y que se subestima la función que debe tener la Universidad, ya que entre otras tiene una función básica de creación de ciencia y tecnología, que es la base del desarrollo.
A pesar de todo sigue dispuesto a colaborar con la UV.
«No tengo muchas exigencias, pero sí ofrezco fundar un laboratorio y replicar en Veracruz lo que yo tengo en Alemania que ha sido premiado internacionalmente», garantizó.
Consideró que hay muchos mexicanos en todo el mundo, que no solo pueden retribuir a México divisas, dinero, también pueden dar conocimiento, tecnología, pero el país no está abierto para recibirlo, no cuenta con los métodos adecuados para captarlos.
Al ser hijo de un médico pediatra, egresado de la Facultad de Medicina de la UV, naturalmente decidió ingresar en la máxima casa de estudios.
«Pero cuando llegué vi que había un lastre, hice una encuesta en la cual preguntaba a los estudiantes cómo se sentían en la UV, y si querían cambiar algo, entre otras interrogantes», recordó.
Su actuar, en busca de mejorar el nivel académico de la Facultad no fue bien vista por los directivos, por lo que fue «invitado elegantemente» a buscar una mejor universidad.
«Recibí una llamada telefónica del consejero alumno, de parte del director, para decirme que no podía seguir ahí, aunque el secretario académico estaba de mi lado, hubo un punto en el que mejor me dijo que me fuera de la institución», manifestó.
Con la recomendación del secretario académico de ese entonces se fue a Puebla a continuar sus estudios de Medicina, pues ya se encontraba en el segundo año de la carrera. En el vecino estado recibió un premio como el mejor estudiante de todo el estado, título que también ganó a nivel nacional.
«Fui aceptado en una muy buena Universidad, donde pude revalidar materias y en el primer año obtuve el segundo lugar de excelencia académica. De ahí pensé en irme a un lugar donde pudiera realizarme como médico e investigador, es como llegué a Alemania, en donde hice una maestría y me aceptaron en la Universidad como investigador, luego entré como residente de neurocirugía», dijo.
El veracruzano hace poco obtuvo el nombramiento para ser Priv.-Doz (Privatdozent) en Alemania, un título por encima del doctorado, que solamente reciben el 0.3% de los médicos alemanes.
Además recibió apoyos económicos para poder desarrollar su investigación que tiene como meta encontrar una terapia para reducir los infartos cerebrales.
El especialista con reconocido trabajo de impacto internacional y 50 publicaciones, ha presentado su investigación en las mejores universidades del mundo y también ha cooperado con la Universidad de Cambridge, considerada la mejor de Europa.